San Jacinto, Bolívar es un municipio reconocido mundialmente por su música y principalmente por sus artesanías tejidos a mano, pero debido a la  mala  remuneración de la mano de obra esta tradición puede extinguirse.

Nosotros como población de san Jacinto nos caracterizamos por nuestra laboriosidad en la agricultura, las artes y especialmente en el tejidos de las hamacas.
Mi nombre es marina Herrera, desde muy pequeña me incline por el tejido de hamacas, sombreros, mochilas, entre otros objetos; este oficio lo aprendí de manera empírica observando como lo hacía mi mamá.
El tejer se ha transmitido por años, las abuelas de esta región se encargan de dejar el legado a sus nuevas generaciones, con el fin de mantener presente parte de nuestra cultura como comunidad san jacintera.
Pero yo en lo particular no deseo que mis hijas aprendan a tejer ni mucho menos que lo utilicen como fuente de empleo, por que es un trabajo arduo y mal remunerado, la realización de una hamaca equivale a una semana de trabajo por lo que a mi me pagan 50.000 pesos colombianos , mientras que los almacenes la venden hasta por 200.000 pesos colombianos, es por ello que mejor prefiero que se dediquen a estudiar y ser unas profesionales.
Somos conscientes como artesanas, que esta tradición no se debe perder pero debido al mal pago somos poquitas las que estamos tejiendo.
Además no contamos con escuelas que nos eduquen o certifiquen como tejedoras.
el tejer debe recobrar un valor importante y debe generar ingresos como cualquier otro tipo de oficio u ocupación.